22 julio 2009

Pilotaje activo (III)

Pilotaje activo en diferentes situaciones

Despegue en un terreno empinado...
Si la vela se levanta rápidamente y con fuerza, cuando está siendo manejada en un terreno empinado y con bastante viento, la situación es la misma a una abatida fuerte durante el vuelo. El piloto debe inmediatamente y con decisión tirar de los frenos hasta muy abajo para mantener la vela encima de él y evitar una plegada. Durante la carrera de despegue, los mandos se deben volver a liberar de forma adaptativa.

... y en un terreno llano.
Por otro lado, un campo de despegue plano con poco viento requiere que el piloto reaccione casi de un modo opuesto al caso anterior, debe actuar de forma parecida a como cuando la vela se coloca detrás del piloto (trepa). Si las bandas A se sueltan demasiado pronto o el piloto frena durante la fase de inflado, será inevitable que la vela no suba a la vertical del piloto sino que se quede pegada al suelo. En la fase de aceleración en terreno llano, incluso un frenado relativamente moderado puede causar un ángulo de ataque tan alto que el ala no despegará.

Volando en térmicas.
Las térmicas con sus ascendencias de diferentes velocidades y sus descendencias requiere de un entrenado pilotaje activo. Debido a un descenso de la presión en el mando exterior, que siempre debe ser mantenido en tensión, un piloto sensato sabe cuando la vela está cercana al colapso (e inmediatamente tira de los frenos hasta recuperar el nivel de tensión de la posición neutral). Un incremento en la tensión del mando interior que está en un punto bajo, informa al piloto de un aumento del ángulo de ataque y le requiere para que suba el freno para que no se entre en pérdida, si el incremento es considerable. El centrado de térmicas turbulentas requieren un pilotaje activo así como talentoso.

Plegadas asimétricas.
Si un piloto sufre una plegada asimétrica en el ala a pesar de hacer un pilotaje activo, las reglas del pilotaje activo continúan siendo tan válidas como siempre.

Plegada frontal.
Después de una plegada frontal de la vela, el ala se va hacia atrás mientras que el piloto, con su mayor masa, se va muy hacia delante. Ala atrás, piloto delante, un ángulo de ataque muy grande, hay claramente una única cosa que hacer: NO frenar o se corre el riesgo de una peligrosa entrada en pérdida. El piloto no debe tirar de los mandos antes de que la vela esté al menos encima de él. Si luego la vela abate rápidamente y con fuerza, es vital que se pare ese movimiento de forma consistente y resuelta mediante los frenos.

Autorotación.
En cualquier movimiento rotatorio, en el sistema pendular de piloto y ala aparece una dimensión adicional. No sólo se balancea hacia delante y atrás, sino también de lado a lado, mientras que al mismo tiempo se acelera. La abatida simple se vuelve un movimiento combinado de abatida y rotación. Esto es importante porque cambia un parámetro importante: la presión de los mandos. Esto complica considerablemente el pilotaje activo al hacer movimientos circulares.

(continuará en la parte IV)

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